Expectantes estamos sobre lo que ocurrirá –o no, que en la España de hoy nunca se puede dar por seguro algo que tenga que dirimirse en los juzgados– el próximo lunes en la Audiencia Nacional con la comparecencia de unos de los muchos bolivarianos que aman los dólares por sobre todas las otras monedas: El Pollo “rapao” Carvajal. 

Este hombre, que llevaba mucho tiempo reclamado por los norteamericanos y que sabe, sobre todo, lo que no está escrito de las encubiertas relaciones entre el chavismo de Hugo y su guagüero  con ETA,  con el Malo Zapatong y su embajador-colaborador-contador Morodo, con los más destacados podemitas, desde el Monedero a los muy unidos marqueses de Galapagar-las-van-a-pagar y, por supuesto, con la siempre corrupta cúpula del PSOE entre los que es de justicia señalar a Fraupedo,  a Malas-Acciones Borrell, al hombre que le susurraba a Delcy Maletas Llenas de Oro, etc.,etc.

Yo espero y requetedeseo que el juez García Castellón exija a El Pollo que no deje de piar, al menos, durante 6 o 7 horas, que tome nota de todo lo que suelte, que las archive en sitio seguro y, lo que es más importante, que le envíe después, sin necesidad de pasaporte COVID –porque la infección de este, aunque de rojo chino, no salió de Wuham sino de La Habana y se combate y se elimina aplicando, simplemente, la ley–, a los Estados Unidos de América y pase allí una buena temporada entre cuatro abrigadas paredes.

Y espero también que el M. Marlasca no “filtre” a sus medios que El Pollo no es más que un agente encubierto de VOX y que fue VOX quién, traicionándolo, le pasó el dato a esa policía que tanto estima a su M, para que lo pillara. ¿O sería mejor que el Indigno M. soltara otra de las suyas?