Si la inmensa mayoría de los dirigentes de los partidos que forman parte del poco fiable arcoiris parlamentario dizque español no fueran chupópteros aferrados a un cómodo modo de vida, se unirían, sin dudarlo, a la imperativa moción que el limpio verde de VOX va a presentar.

Pero no lo hacen, porque aunque sus contaminadas bocas –y no precisamente de dióxido de carbono–hablen constantemente de “pueblo”,  “obreros”, “más necesitados”, etc. a ellos sólo les preocupa seguir mangando el  dinero de aquellos a los que presumen defender, llevándolos, además a la necesaria miseria que es la que les permitirá ese “control chino” con el que sueña el globalismo.

Ya hemos dicho muchas veces que aunque ese es el sueño rojo del sicópata dictador Doctor Fraupedo, él no es más que otra marioneta del elegido elenco de los que pergeñaron la criminal Agenda 2030, "plandemia" incluida. Y exactamente lo mismo ocurre con la “clase alta” de ese PP, traidor desde hace muchos años, en el que ahora manda otro que ya mostró sus cualidades autoritarias en Galicia.

Tengo claro que aunque apoyo totalmente la moción de censura que presentará VOX, admito que sólo servirá para marcar, una vez más,  la diferencia entre aquellos que quieren salvar a España y los que quieren destruirla. Y, además, volverá a dejar retratados a los que de una forma abierta o camuflada apoyan la estrategia sanchinflesca.

¿Que hay algunos de los que han jugado roles importantes en el PSOE que empiezan a preocuparse, ahora,  por lo que está ocurriendo? No hay dudas, y así lo demuestra lo publicado por la Asociación para la Defensa de los Valores de la Transición (aquí el enlace: https://www.eldebate.com/espana/20221212/exministros-exdiputados-socialistas-unen-manifiesto-contra-beneficios-condenados-proces_79001.html?utm_source=web-push&utm_medium=push&utm_campaign=2022-12-12-Manifiesto-cont).  Pero aquí vale el mismo argumento de aquellos que critican la correcta moción de VOX: ¿servirá para algo? Pues yo creo que sí, aunque pocos se acuerden de José Luis Corcuera, de Soledad Becerril o de Virgilio Zapatero. Y hay que pedirles a los firmantes  un paso más: que movilicen a esos votantes robóticos del PSOE para que, al menos, se abstengan de apoyar a Sánchez y sus secuaces en todas las elecciones por venir. 

Sólo los españoles podemos resolver nuestros asuntos. De la cada vez más corrupta Unión Europea, la de la doble vara de medir y la de la corrupción institucional –como se ha demostrado con el caso de los asalariados de Qatar– nada podemos esperar.

Dios no sólo nos debe coger confesados sino también atrincherados y preparados para luchar por nuestras cada vez más pisoteadas libertades. Pedro Sánchez debe terminar en el mismo sitio que su tocayo peruano.