Superado el escollo del Barcelona tenía claro que si los nuestros no salían al campo en modo “siesta italiana” la Supercopa que nunca debe de jugarse fuera de España sería nuestra.  Y, a pesar de tener enfrente a los peligrosísimos William Brothers, al máquina de Iker Muniaín, al doble rojiblanco y siempre mamporrero Raúl García y al bueno y sabio de Marcelino, así fue.

No puedo decir que haya sido un partido cómodo porque los bilbaínos nunca se rindieron, pero tampoco crearon grandes problemas a la defensa blanca que sólo se vio en peligro en los últimos minutos cuando, por indudable orden de Carletto, se replegó a esperar a que Rubiales comenzará con la repartición de medallas y premios.  La consecuencia de ello  fue el penalti pitado a Militao y la tarjeta roja asociada al mismo que nos dejó con diez jugadores. Con lo que no contaban el árbitro, los aficionados del Bilbao y hasta el mismísimo Marcelino es que San Courtois, que parecía en teletrabajo, iba a volver a la oficina en el momento oportuno y, con una pierna que parecía pertenecer a un extraterrestre, iba a impedir el gol de Raúl García que habría podido inyectar vida a los rojiblancos. ¡Hum! Parece que Courtois, como Nole, se opone a las inyecciones. ¡A este no me lo toquen!

¿Qué más decir, aparte de seguir disfrutando de esta nueva copa que comenzará a disfrutar  de un larguísimo y placentero alojamiento en el Bernabéu? Pues que ya era hora de que el doctor Lukita superará el trauma de los palos y metiera un gol importante, que le recompensara por el magnífico trabajo que viene haciendo esta temporada. El trío Modric-Kroos-Casemiro es, todos los sabemos, la sólida base de este Madrid y, esperamos, que a pesar de los muchos minutos que ya tienen acumulados en sus piernas puedan llegar igual de efectivos a la fase más decisiva de la temporada. Por  tanto, justo el MVP para el croata y una pena que las normas no permitan que sea compartido..

El otro trío, el de ataque, que ayer estuvo formado por Rodry, Karim y el Cohete de Río, estuvo a buen nivel, y perfecto Rodrygo en la jugada que protagonizó, junto con Modric, y que nos dio el primer gol. En ellos confiamos.

Y dejo para el final a esa nueva pareja de centrales, Militao y Alaba, que nos ha hecho olvidar, con una rapidez nuan antes vista, a los anteriores. No recuerdo precedentes de algo así y de ello hay que dar mérito a los que tomaron esa decisión. ¿Fuiste tú, Tito Flo? En resumen, que luego de una temporada en blanco  volvemos a capturar copas.

¡Sigamos así! ¡Hala Madrid!