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[ TIRAD SOBRE EL PIANISTA ]

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CARLETTO Y SUS FANTASMAS

Si en el partido anterior ya reconocimos que echamos de menos a Kroos, qué decir del de anoche en el que a la ausencia del alemán se añadió la del doctor Lukita y, sin ellos –y volvió a quedar claro en este correoso partido contra el Levante–, el mayor de nuestros problemas, que aprovechan muy bien los rivales presionando arriba, es la salida ordenada del balón. Comprendo muy bien el por qué del amargado careto de Carletto durante casi todo el encuentro, pues él conoce, en carne propia, cómo se las gasta la afición del Madrid  y, seguramente, ya ha comenzado a ver, otra vez, a los blancos fantasmas de su reciente pasado. 

Tras el temprano gol de Bale, a pase de Karim (minuto cuatro), todos pensamos que veríamos otra victoria cómoda como la del debut liguero. Cierto que los chicos de Paco López comenzaron a apretar arriba desde el mismo comienzo del partido, pero, poco tiempo después de abrir el marcador, el Madrid, liderado por un Isco bastante activo que intentó, por todos los medios a su alcance, que no notáramos mucho la ausencia del croata, controló el cotarro. Aunque, justo es decirlo, este dominio, casi absoluto, no dio réditos apreciables. Y si la victoria contra el Alavés dejó la esperanza de que ver alguna vez a un Hazard digno del Real Madrid y de la pasta que costó, la primera parte del belga nos volvió a provocar un bajonazo. Deseo equivocarme pero creo que está para el despido, el traslado o, por lo menos, un largo castigo en el banquillo. Otra cosa fue Bale, que no sólo aprovechó la primera oportunidad que tuvo para marcar sino que nos dejó la sensación de que quiere volver a ganarse el respeto de la afición. 

Y, tras el descanso, llegó el calvario de la segunda mitad y, también, porque no podemos verlo todo con cara ancelottisca, el placer de ver al Vini que siempre hemos esperado, ese que no sólo corre y desborda sino que apunta, dispara y mete. Pero vayamos por partes, que a Paco el Destripador(enntrenador del equipo valenciano) no le gustaría que dejáramos sin comentar los goles de sus muchachos. El primero, el del empate, un balón que filtran a Roger -con un ingenuo Lucas Vázquez habilitando su posición adelantada- y este bate por abajo a Courtois, que, digámoslo, estuvo a punto de hacer un paradón. El temprano empate cambió por completo la dinámica del partido y el Madrid sufrió un bajonazo notable que aprovechó el Levante para fusilar al belga bueno desde todos los ángulos. Y, pocos minutos después, llegó lo que nos temíamos, el segundo gol del rival: una volea, para aplaudir, de Campaña ante la que Thibaut nada pudo hacer.

Ese fue el momento –me apuesto lo que sea menester¬– en que Ancelotti vio reaparecer a sus viejos fantasmas y decidió que había que hacer un cambio radical en el equipo: al banquillo Bale, Isco y Hazard que fueron reemplazados por la joven sangre de Asensio, Rodrygo y el futuro héroe blanco de la jornada: Vinicius Júnior, al que se agregó, poco tiempo después, el cambio de Lucas por el recuperado Carvajal. Y como ya teníamos dos extremos con ganas de correr se abrió la posibilidad de los contraataques veloces, como ocurría en los añorados tiempos de Mou. Os lo cuento para revivirlo: pase largo y preciso de Casemiro a los pies del Vini, que deja tirados a todos los defensores "paqueños" y bate al portero con un preciso remate cruzado. ¡Vini la metió a la primera!, grité cuando se materializó el empate y pensé que todavía teníamos a mano los tres puntos. Y fue en ese momento, cuando estábamos calientes, que tocó la hora  de la hidratación que, en el caso de los nuestros, se tradujo en desconcentración: el Levante hace cambios y, unos instantes más tarde, se produce un centro al área, tras una falta, que despeja mal Alaba y cae a los pies de Rober Pier que se limita a empujarla cómodamente hacia nuestras redes: 3-2. Y aún pudo ser peor, porque pocos minutos después un desafortunado Cantero la envía al palo lejano en lo que pudo ser un definitivo 4-2.

Mientras tanto, Carletto, alarmado tras el tercero, pone todo el ataque posible en el campo y sustituye a Valverde por Jovic. Este, nada más incorporarse al campo, fue víctima, en mi opinión, de un penalti no refrendado por árbritro ni por el VAR; luego, lanzó un cabezazo que debió ser letal pero que fue desviado por el portero y que dio pie a un remate de Carvajal, que también pudo ser gol, desviado por un defensa. Y entonces llegó la genialidad que empinó al Vini hasta los niveles largamente esperados y nos dejó, al menos, un puntito: pase de Karim que el Vini conduce casi hasta el borde el área y, allí, casi sin ángulo, se inventa un disparo picado que se cuela por el palo largo. Vini, no sé si te has puesto lentillas o si has perdido el miedo ante el hueco, pero anoche estuviste, como diría ese personajillo pepero, cumbre. ¡Cumbre! Y luego, además, dejaste al enemigo sin portero y con diez. Cosa que, desgraciadamente y por falta de tiempo, no pudimos aprovechar.

Toma nota, Carletto, a ver si es este joven y risueño brasileño quien va a convertirse en tu efectivo cazafantasmas.

COMENTARIOS [0]
[ ocin ] ha dicho:
23-08-2021

Muy buena crónica, aunque te olvidas del lateral derecho titular .

Resumiendo, dos puntos menos a la buchaca arbitral con la cooperación necesaria de algunos de nuestros defensas ( Lucas en defensa muy deficiente, pero en ataque, es mucho peor y Nacho, que no tuvo su noche)

Vinicius está de dulce y yo le seguiría sacando de revulsivo en la segunda parte. Otra cosa es si debe jugar de entrada Hazard.

Hala Madrid