Si alguien esperaba que el florentino por elección, ZZ, hubiera aprendido algo de la aburrida temporada anterior que, a pesar de todo nos dio una liga, anoche, en tierras vascas dejó claro que esta insegura temporada de la COVID será la versión 2.0 de lo que sufrimos el año pasado: ¡vaya pestiño de partido!

Sí, me dirán que en la primera mitad tuvimos un excelso control de balón, que lo movimos con suficiencia de un lado a lado y yo, por supuesto, estaría de acuerdo, pero, ¿y qué? ¿Cuántas oportunidades de gol creamos? ¿Qué hizo el recuperado Odegaard jugando en la punta de ataque? ¿Qué hizo Rodrigo? ¿Qué hizo Benzema aparte de fallar dos oportunidades clarísimas –las únicas que tuvimos-, casi las dos únicas que tuvimos? ¿Y Vini, fuera de elegantes regates que terminaron la mayor parte de las veces en pérdidas de balón? Cierto es que la Real se cerró muy bien atrás, ¿pero Modric ya ha perdido, con los años, la habilidad para encontrar huecos y meter balones letales entre las prietas líneas enemigas? ¿O todo se debe a la idea de juego del hombre que ha descartado a Reguilón, a Bale o a Mariano?

La segunda mitad, como ya se preveía por el desgaste sufrido en la primera, porque se trataba del primer partido de la temporada y porque este Madrid zidanesco es así, incapaz de jugar dos mitades al mismo nivel, fue malísimo. Nos salvaron los dos puntos Varane –que se notaba que tenía ganas de reivindicarse de sus cagadas manchesteras- y Courtois, que con una pierna que pareció alargarse como en un cómic, nos evitó el gol de la derrota. Y doy otra valoración positiva a Mendy que, si Marcelo no presiona al francés amigo de sus amigos, debe ser el titular indiscutible en esa posición.

Zidane ha dado otro aviso a navegantes haciendo debutar a Marvin –un chico que dice que promete pero que cujeado no está- y re-debutar al noruego que tanto promete pero que, en el Madrid, nunca cumple; le dio, además, tres minutitos a otro novato, Sergio Arribas, cuando, evidentemente, aceptaba la inevitabilidad del empate. Los cambios que se suponían como un revulsivo: Valverde por Modric, Marvin por Rodrygo y Casemiro por el noruego, no fueron para nada efectivos, sobre todo, por los roles que asignó a Case y al Pajarito, este último desplazado al lateral de derecho y el brasileño intentando hacer de un Modric más tosco.

Kroos, que hizo un buen partido, terminó, literalmente muerto, y perdió balones importantes en los minutos finales. Carvajal también termino fundido pero lo no pudo compensar con una actuación previa, positiva, como la del alemán.

Creo entender que la prioridad este año no es el fútbol, sino el estadio de fútbol y, en eso, hay que reconocer que el presidente sí que sabe, pero como parece que está muy ocupado en ello, y en la exitosa ACS, ha dejado el fútbol en las poco fiables manos de ZZ. ¡Dura temporada nos espera¡ Por suerte, a los blancos, nos queda el superlativo Laso-Team para disfrutar de juego y resultados; debutamos en la ENDESA con victoria en campo enemigo. Vamos, que Dios aprieta pero no ahoga.