Dicen los que se fumaron la ceremonia de los balones, en Zurich, que hubo buen rollo entre Cristiano y Messi, que el portugués no perdió la sonrisa en ningún momento y que dio una convincente imagen de buen perdedor… al menos ante las voraces y delatoras cámaras de televisión. Lo mejor que le podría ocurrir al Real Madrid es que Ronaldo, que pierde por tres a cinco el partido de su vida, entienda que ese premio que tanto desea se ha otorgado en la mayor parte de las ocasiones como consecuencia de una destacada actuación individual que ha ayudado a conseguir títulos para e
l equipo del premiado, o sea, que lo que impulsa a decidirse a los votantes imparciales –porque ya sabemos que hay algunos que tienen el voto cautivo- son los éxitos colectivos.
La temporada actual, terminada la primera parte de la Liga, se antoja complicada para los que la comenzaron -a regañadientes- liderados por Benítez y la terminarán –no sabemos si tan felices como cuando les arropaba el cariñoso Carletto- bajo la batuta florentina de Zidane. El francés, en su primera alineación, ya dejó claro que llega, de momento, en plan pacificador. Me costó admitir que arrancara con el dúo de cantaores en el centro de la defensa y dejara a Varane en el banquillo. No entiendo que, siguiendo la estela del último y presionado Benítez, decidiera no contar con el importante equilibrio defensivo que aporta Casemiro, lo que es un indicador de por dónde pueden ir los tiros, como también lo es la vuelta a escena, como protagonista, de Isco. Si Zidane opta por seguir el blando guión de Ancelotti y dejar que los jugadores se “diviertan” y decidan cómo hacerlo tendrá que preocuparse entonces del bajo estado de forma de algunos de ellos (Kroos y James) entre los que pueden ser más decisivos. Tiempo tendrá, gracias a la eliminación de la Copa del Rey y a un calendario benévolo, para prepararlos física y mentalmente para la competición que, con suerte, todavía tiene a mano y que es la que más entusiasma al madridismo: la Champions. Y en esa única competición, ese a quien ZZ llamó “alma del equipo”, debe saber que se está jugando la única posibilidad de reducir distancias con su principal enemigo y llegar, al menos, a un decente 4-5 porque, no lo olvidemos, el tiempo corre muy deprisa y, además, las dos B (Bale y Benzema) no se lo están poniendo fácil, ni siquiera para ganar el pichichi blanco.
Así que, Ronnie, necesitas un título y muchos goles –si decisivos, mejor; si contra equipos de nivel, mejor- para volver a derrotar a Messi en la competición FIFA. Recuerda: si no hay títulos, no hay premios. El oro del balón con el que siempre sueñas se extrae de los triunfos que alcance el equipo que abona tu ficha. No lo olvides, y si algo te puede servir de consuelo, luego de tantas ceremonias “fiferas”, es que en todas ellas sí que has ganado a Messi en el bien cotizado certamen de la imagen; en la elegancia del vestir, le has barrido.
Personalmente, el balón dorado me importa nada o menos que nada. Si se lo conceden a un jugador de mi equipo, bienvenido sea, y si no lo hacen dormiré con las mismas ganas. Lo mismo la bota de oro y tantos trofeos que a nivel individual conceden por ahí. Se cometieron enormes injusticias y estrellas de la talla de Raúl se quedó sin el BdO, que se metan por el oído.
Lo que me importa por encima de todo es que mi equipo gane los partidos y sea campeón. Y sí, muy acertado el blogger señalando que el defraudador de la Hacienda Pública argentino ha ganado este BdO porque su equipo ganó todo. Sumemosle a esto que en el panorama futbolístico reina la mediocridad y resulta más fácil destacar a los pocos jugadores buenos de verdad que quedan y además que el enorme ego de Cristiano perjudica gravemente el rendimiento del equipo. Cr7 ya jugó sus mejores partidos de fútbol.
Una pena que teniendo el RM varios de esos mejores jugadores del mundo, carezca de proyecto deportivo más allá de fichar vedettes. Así nos va.
P.D. En mayo a la Cibeles con el Forbes en la mano, y a Forbestimo meterlo en el palco bajo palio, aunque sólo sea para que no le tiren pedradas de pipas.
En otro orden de cosas, ha muerto David Bowie. Sin ser muy, digamos, partidario del personaje, uno no puede dejar de reconocer su espíritu transgresor e innovador en el mundo de la música... y de lo que no es música.
Si, además, los indepes, aunque sean escoceses, se alegran de su muerte (hay que joderse), mayor motivo para la admiración del Rey del Glam.
Esto del melón de oro es otra de los melonadas francesas que nos está costando los caretos y pucheros egoístas del Caminante al ver que la pelotita no le entra a él y sí a otros con menos merecimientos, como el gran Arbeloa (¿os acordáis?).
Lo que sí que me ha llamado la atención son los ánimos del gran wh para que el tal Caminante se siga comportando de la manera ramplona con que nos viene castigando cada vez que agarra la pelota. Cosas veredes.
Y se me olvidó felicitar al amigo MG por el balón de oro del petiso Messi.
He visto que todos los cubanos que podían votarle le han votado, aunque creo que al otro cubano de aquí, wh, no le hace mucha gracia el cabroncete que nos ha defraudado.
Por cierto, el Topor no se mojó, no votó. Quizas fue porque no recibió a tiempo las órdenes del Jumilde Jernández y temió meter la pata.
¿Cómo es que decía la anterior entrada de bg_rules que esta del balón de oro me ha impedido comentar? ¿"Haber fumigado con zotal el vestuario contaminado"? Muy, muy, muy bueno.
Con esa fumigación nos habiamos ahorrado estas palabrejas del de las camas (y de Camas) y las conjuras, indignas de un capitán del Real Madrid.
Ahora resulta que los chicos están contentos, vuelven a ser felices, ellos, lo demás les importa un bledo. Ellos y sólo ellos es lo que importa, y este, luego de una temporada infame que lo coloquen en el once FIFA le hará crecerse aún más. A ver si alquien nos hace una buena oferta por el cuando logremos librarnos de su Tito.
Coincido con wh en que quizás pongan todo lo que les queda en ganar la Champions, pero la Champions es una competición donde la suerte tiene un peso tremendo y creo que a Forbestino (@ wh) se le está acabando.
Y Zidane... bueno, siempre nos quedará el recuerdo del grandísimo jugador que fue.
Mientras...
Ramos, siempre caracterizado por su clase y disitinción: "El cambio de entrenador ha venido muy bien. Ojalá el 2016 sea un gran año para el Real Madrid", así, como si "el real Madrid" fuera una cosa ajena a él mismo y como si fuera necesario hablar del temita y dejar tratar a Benítez como una cosa que fue. Y ya se sabe, si no es un gran año, a mi plin, yo duermo en pikolín, debajo del cual guardo los diez millones al año que la abuela tuvo a bien regalarme el verano pasado como premio a mis chantajes y mis trampas.
Gran capitán, sin duda.