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[ TIRAD SOBRE EL PIANISTA ]

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CUANDO YO LA CONOCI

 

No sé si era una noche de luna cuando yo conocí realmente La Habana, la inolvidable, la mía, pero sí sé que ya por entonces me sabía de memoria - y la añoraba como si de un amor imposible se tratara - La Habana del Infante, inaceptablemente, difunto. La historia de esta falsa, pero verdadera, amistad de un solo lado entre Guillermo Cabrera Infante, GCI, y yo empezó por un robo, el primero que cometí en mi vida: buscaba, como casi siempre, algo nuevo para leer y me llamó la atención un libro grueso con un título que me confundió un poco y, por supuesto, me atrajo: “Un Oficio del Siglo XX”. Era la recopilación de sus críticas de cine en la desaparecida revista “Carteles” y en el no menos muerto periódico “Revolución”. Si ya por entonces el cine era una parte muy importante de mi vida, la lectura de este libro lo convirtió en una de mis pasiones dominantes. Un libro, además, que luego de más de cuarenta  años de apoderarme ilegalmente de él, no he terminado de leer, pues me prometí que no leería una crítica si no había visto la correspondiente película. Un libro que viajó conmigo a Madrid, reencuadernado por un amigo, y al que sigo añadiendo muescas, cual cinéfilo pistolero, cada vez que “mato” a algunas de las películas que todavía se me resisten. 

Así que creo que si alguien lee el párrafo anterior no se podrá sorprender al saber que cuando supe que publicaban “Mapa dibujado por un espía” me faltó tiempo para ir a comprarlo, y leerlo, como si la vida me fuera en ello. 

Y mientras más leía, más agradecía a Miriam Gómez, su esposa, que lo haya publicado, sin importarle lo duro que haya podido ser para ella volver a revivir esos días y, quizás, enterarse de algunos hechos que no conocía. No hay dudas de que es una mujer excepcional. 

Todos los cubanos que soñamos, y logramos, escapar de la Cuba castrista, cada uno con una historia diferente pero con el miedo común a fracasar y pagar por ello, pueden entender fácilmente lo terribles que tuvieron que ser esos días del ya lejano 1965 para el escritor. Es  curioso comprobar al leer este libro, este diario para no olvidar, que casi 50 años después las preocupaciones de los cubanos siguen siendo prácticamente las mismas: la falta de comida, de las más básicas necesidades y el miedo. Creo que lo único que ha ido a menos es el miedo, pues cada vez son menos los denunciantes: ¡hay ya tan pocos cubanos que aún se creen los cuentos fantásticos y fanáticos de los Castro!

Cierto que para un lector no cubano, o aun para un cubano muy joven, muchos de los nombres propios que aparecen a lo largo del libro pueden no significar nada. Basta decir, para ellos, que todos eran importantes figuras del mundo político e intelectual de la Cuba de entonces. Para estos lectores no iniciados lo importante es el fondo, las persecuciones, el miedo a las denuncias y los consecuentes castigos inapelables que tantas vidas destruyeron. Muchas de estas personas murieron en el exilio, otras, como mis padres, en una Cuba que amaban tanto como los que nos hemos ido, y que no supieron o no quisieron abandonar. Todos ellos sin poder ver al ansiado fin de la tiranía más larga de la historia contemporánea.

Pero, una vez más, en la obra de CGI es imprescindible el papel de la propia ciudad, La Habana. Las historias no podrían ser las mismas en ninguna otra parte de Cuba, no sólo por los sitios que se mencionan sino por lo que todos los cubanos saben: las cosas en La Habana siempre son diferentes. Me emocionó volver a visitar esos mismos sitios que apenas diez años después fueron el centro de mi Habana, la de mis aventuras inenarrables: el Carmelo de 23, el de Calzada, el cine Rivera o el de 23 y 12, el Hotel Nacional, el cabaret del hotel Capri, La Rampa, en resumen, el Vedado, el centro de la vida nocturna de La Habana post-castrista en los años 70 y 80. 

Esos lugares a donde íbamos a hacer lo único que nos hacía sentir libres, lo único que no estaba prohibido entonces y casi no costaba, también entonces, dinero: ligar. Eso, y leer los libros prohibidos, los que entraban clandestinamente y circulaban de mano en mano, forrados, para que no se pudiesen leer ni título ni autor, y que siempre se recibían con la orden inapelable de devolver en 24 o 48 horas. Así leí yo, por primera vez, en 1985, La Habana para un Infante Difunto, para mí, la mejor obra de Cabrera Infante.

He escrito estas líneas oyendo a un grupo musical que CGI menciona en su libro, Los Zafiros, que estaban en la cumbre de su éxito en aquel año de 1965. “Cuando yo la conocí” era también mi canción favorita de Los Zafiros, esos The Platters caribeños cuyas voces, dicen, asombraron a John Lennon cuando los oyó en el Olympia de París. Lo más irónico de todo esto es que quizás oíamos tanto a Los Zafiros porque oír a Los Beatles estaba extraoficialmente prohibido (ah, maldita música imperialista) y nos podía costar caro. Aún así, también lo hacíamos, clandestinamente, como leí siempre, hasta salir de Cuba, a Guillermo Cabrera Infante.

P.D. Aquí está el enlace de la canción, gracias a YouTube: Los Zafiros, “Cuando yo la conocí”

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COMENTARIOS [0]
[ pepemore ] ha dicho:
22-11-2013

Walter nos estas descubriendo una historia de Cuba que yo al menos desconocía.

Al menos tras tanto sufrimiento tenéis un sentimiento de pueblo que algunos aquí en España hemos perdido desgraciadamente. 

Es una pena que tengan que suceder catástorfes sociales como la cubana para despertar esas ilusiones.

Es mi sensación.

[ wh ] ha dicho:
22-11-2013

Ante todo muchas gracias por los amables comentarios a todos. 

A mi, sin embargo, siempre que hablo de estos temas me parece que me quedo corto.

Sjou, en la Cuba de Castro han existido tres éxodos  masivos permitidos y alentados por el gobierno, la de Camarioca,precisamente en 1965, un sitio cercano a Varadero en los años sesenta ,la del Mariel, en 1980 y la de los balseros en 1994. Durante esta última, por suerte, ya estaba y fuera. Como notarás, cada cierto tiempo necesitan quitarle presión a la olla para que no explote. Ahora lo están haciendo con las medidas de permitir a todos ( o la mayoría) emigrar legalmente si se consiguen una visa. Es, como siempre en un estado totalitario, una ley con muchas trampas, pero les pemite ganar tiempo y desviar la atención, ahora la gente se centrar en buscar la forma de salir y deja, literalmente, de joder con otra cosas. Nunca son medidas tomadas en función de los intereses de los cubanos, sino en garantizar un poco más la supervivencia de los amos.

Cuando Camarioca tenia 11 años y aún así tengo recuerdos muy dolorosos.

En la del Mariel,( la que viví muy de cerca desde la misma noche de los incidentes que la provocaron: la entrada masiva de personas en la embajada de Perú) sacaban a los locos de los manicomios y los delincuentes de las cárceles y los embarcaban en los yates  de los que venían a buscar  sus familares sí o sí: o te llevas a estos también o no te llevas a los tuyos.

También en esa época si ibas a la policía y te declarabas oficialmente homosexual, podías irte por el Mariel. Otra forma más de humillar a los que buscaban una vía para escapar.

Fueron inumerables los llamados "actos de repudio" que vivimos en esos tiempos comtra la gente que se iba.Los llamados escraches se quedan muy cortos comparado con estos. Los pararon, porque eran provocados y alentados por los agentes del gobierno, cuando empezaron a haber muertos.

Pero de estas cosas no se habla. Y seguro que gentes como el tal Willy Toledo dirán que es propaganda imperialista y contrarrevolucionaria.

[ Galego49 ] ha dicho:
22-11-2013

Al parecer, en la noche de ayer y en Punto Pelota, el periodista francés, FranÇois Gallardo, afirmó que la Pulga Hormonada lo tiene hecho con PSG para el próximo verano, debido al incumplimiento de las promesas de renovación por parte de la directiva de los farsantes.

¿Pero no eran estos los que cobraban con cromos del Monopoli? ¿Donde están los amores a los colores de que hacían gala los farsantes, no hace mucho tiempo?

Aunque más bien me parece una amenaza para conseguir lo que pretende el entorno de la pulga, y es seguir consiguiendo renovaciones año tras año.

[ Morsibora ] ha dicho:
22-11-2013

La historia de Cuba de los últimos 70 años nunca se ha contado bien ni, que yo sepa de un modo completo. Cada vez resulta más imprescindible hacer ese trabajo porque han han habido muchos vaivenes y etapas, unas peores que otras, aunque ninguna buena.

[ Lunalia ] ha dicho:
22-11-2013

Yo conocí a una cubana,historiadora,que había huído de Cuba allá por los años 60.Era amiga de mis padres y cuando empezó a frecuentar mi casa yo estaba en los primeros cursos de la facultad,en aquellos años en los que en España empezaba la" revolución universitaria"heredera del mayo francés,que tantos y tan graves daños produjo y que llevó finalmente al desastre actual.Eran los años de los grises a caballo y los posters del Che en las paredes.Las asambleas con olor a porro y las canciones de Víctor Jara.Yo tenía 18 años.El corazón rebosante de entusiasmo y la cabeza llena de pájaros.

Y en esto llega alguien de ese mundo nuevo surgido de la revolución y me abre los ojos.Me habla del sufrimiento,de los atropellos,de los crímenes,de la falta de libertad,del horror.

Esta amiga,con la que ya mantuve relación de amistad y de profundo cariño toda la vida,murió hace un año en Madrid sin haber visto la caída del tirano.

En su lecho de muerte me tomó de la mano y me dijo:"Ve a Cuba,cuando Cuba vuelva a ser libre.Ve en mi nombre,porque yo ya no volveré a pisar mi patria"

Y eso he de hacer.

Y sé que mis ojos verán La Habana por primera vez,velados por las lágrimas.

[ Lunalia ] ha dicho:
21-11-2013

Pues, hete aquí, que llego yo a mi casa después de un día agotador,y enchufo el MqM,que siempre es lugar de relax y de sosiego,donde decir cuatro cosas y echar unas risas si se tercia,y me encuentro con una nueva entrada en el blog de Wh,que leo con emoción y entusiasmo y en los comentarios aparece Lagavulin que nos regala,una vez más  su prosa exacta  y lírica.

Que suerte,tengo,me digo.Qué buenos y admirables amigos internaúticos.Y que bien escriben los puñeteros.

 

[ sjou ] ha dicho:
21-11-2013

El artículo, me ha hecho pensar también en la actuación de nuestro gobierno con los asesinos etarras.

Me ha recordado el inicio de la película " El precio del poder "  de AL Pacino.

Al inicio, se explica que en no recuerdo que año, la dictadura castrista dejó salir del país a un buen número de disidentes políticos. ( La izquierda, no admite la discrepancia, sólo la disidencia) Y, de paso, aprovechó para envíar fuera del país a delincuentes y enfermos mentales.

Igualito que acualmente en España. Para que el gobierno, pueda justificar su amnistia encubierta de los asesinos etarras, ha dejado salir de las cárceles españolas a un buen número de enfermos mentales, asesinos y violadores que ni se han reinsertado en la sociedad y posiblemente no se reinserten en la vida.

Ya ves, wh..... saliste del fuego, para caer en las brasas.

Un saludo, amigo.

 

[ sjou ] ha dicho:
21-11-2013

Bonito, emotivo y evocador artículo. 

Me ha encantado. Bravo, wh.

Y, he dicho evocador porque me ha hecho pensar en dos cosas.

La primera, el paso del tiempo. Cómo nos afecta,  cómo nos llena de nostalgia recordar nuestra ciudad.

A mí, me pasa un poco como a wh. La ciudad donde nací, ya no existe. O, es totalmente diferente.

De entrada, se llama de otra manera, ¿ se puede ser la misma cuando te cambian el nombre ?.

Ya no quedan calles de tierra, el progreso exige que todo sea de diseño.

Se ha convertido en una ciudad turística, muy agradable para el foraneo pero, cada vez más desagradble para el propio. 

Cara, carísima. La llegada del turismo y del universaritarismo, ( a este paso vamos a tener más universidades que colegios de primaria), ha hecho que  nos creamos la San Sebastián de Cataluña.

Curiosamente, cuanto más universidad, más pueblerina y pacata se vuelve la ciudad. Sómos la capital de provincia catalana, dónde mayor voto independentista se produce.

En fins, que viva la infancia !!!!!

 

 

[ pepemore ] ha dicho:
21-11-2013

Precioso relato.

Emocionante.

Enhorabuena.

[ pepemore ] ha dicho:
21-11-2013

Precioso relato.

Emocionante.

Enhorabuena.

[ pezuco ] ha dicho:
21-11-2013
Citando a Lagavulin :: No. 6 :: 21-11-2013
Emocionante testimonio.

 

Lagavulin, me dejas impresionado, más que con lo que cuentas y yo estoy plenamente de acuerdo, con la manera de contarlo.

Preciosa la metáfora la de ese amor que nos abandona por el tipo rudo. Es un lujo poder leer artículos como el de Wh  y no menos enriquecedor leer comentarios como el tuyo, todo un LUJAZO.

 

[ Lagavulin ] ha dicho:
21-11-2013
Emocionante testimonio.
 
La Habana es esa novia antigua a la que quisimos perdidamente, sin medida, aunque ni siquiera sabemos si en algún momento la llegamos a poseer, y que un día nos abandonó por un tipo rudo, pendenciero y dominante, un estibador de puerto que en lugar de la camiseta de Marlon Brando vestía el uniforme verde, barbado y retórico de la revolución. Y nos dejó con el corazón helado, desnudo, desabrigado. La Habana no nos dejó cuando se hundió el Maine en su bahía, sino mucho después, cuando nos fue robada por la estrella roja que se elevó sobre la Sierra Maestra y que había sido traída a lomos de dos revolucionarios amigos del desaliño y enemigos de la libertad.
 
La Habana nos fue robada, sí, y lo que más nos dolió es que no pareció importarle su propio rapto, porque a sus raptores mostró la dulce sonrisa alegre y luminosa de su malecón, acaso porque nunca supo estar triste, y a ellos sometió su hermosura indecible, tanto más bella cuanto más soñada. Pero nunca dejamos de quererla, porque es imposible dejar de querer lo que tanto se ha amado, lo que nos permitió la felicidad de alimentar la insensata esperanza de hacer nuestra algún día su belleza esquiva, tan inaprehensible como el aroma de la flor de mariposa.
 
Y así, hemos continuado mirándola de soslayo, a hurtadillas, y hemos seguido admirando cómo el paso del tiempo tal vez haya podido marchitar su lozanía, pero nunca su hermosura intemporal de vieja dama que no pierde la belleza y elegancia aunque la vistan con viejos harapos. Y en nuestro interior, quedamente, casi con pudor, jamás hemos abandonado la esperanza de que se hastíe del verde, de la barba y de la retórica vana y tabernaria de sus raptores y, alejados los nubarrones, vuelva a deslumbrarnos el destello fulgurante de su sonrisa bañada por el sol, la luz cálida e inefable de la novia que nunca tuvimos pero que jamás dejó de ser nuestra.
 
Voto porque así sea, porque lo vean nuestros ojos, por las amistades forjadas en el hierro poderoso de la palabra, y por poder leer artículos tan conmovedores como el que abre esta entrada.
[ pezuco ] ha dicho:
21-11-2013

 

Cuando los artículos nacen desde las entrañas de los recuerdos, nunca defraudan. Aunque quizá para el que escribe resulta demasiado duro, espero no dejes de contarnos esa realidad que viviste en aquellos años.

Nosotros sólo podemos imaginarlo, tú por desgracia (y quien si sabe si en parte, también por fortuna) lo viviste en primera persona, sería injusto que esas vivencias se perdieran en la niebla del olvido.

Gracias por compartirlo con nosotros.

 

P.D. Resulta muy curioso que publiques esto justo el día en que viajas a Miami, la llamada Cuba libre. Y es que todos sabemos que al final la verdad prevalece y a Cuba también llegará la libertad.

 

[ Morsibora ] ha dicho:
21-11-2013

Pues si, WH. Leer escondidos, hablar mirando a todos lados a ver quien escuchaba..  Y lo de ligar ,bueno los que no éramos homosexuales,bien. Qué lástima que los Zerolos de aquí no cayeran por sllá en aquellos tiempos. 

[ Keyser_Soze ] ha dicho:
21-11-2013

Muy emotiva la historia. Esperemos que Cuba renazca, la herencia de tantos años de comunismo va a ser nefasta, pero espero que la valentía del pueblo vuelva a hacer grande vuestra nación.

¿Una duda Walter, por qué CGI en llugar del GCI?

Felicidades por el artículo, muy emotivo, lo repito.

[ bg_rules ] ha dicho:
21-11-2013

Para quienes hemos crecido en libertad (aunque no en democracia), no resulta fácil interiorizar sentimientos de situaciones que no se han experimentado en primera persona, esto es, la restricción de esa libertad de la que hemos disfrutado siempre. Recuerdos como los que escribes en este artículo contribuyen a que entendamos mejor qué puede suponer vivir bajo la opresión de un rágimen comunista y verse por ello obligado a abandonar tu tierra, aunque seguro que nunca tus raíces. Gracias por el artículo, Walter.

[ Galego49 ] ha dicho:
21-11-2013

Amigo Walter: es digno de admirar el valor que tuvisteis tú y un imnumerable número de cubanos, para tener que abandonar vuestra patria, vuestras familias y amigos, y jugarse la vida, embarcándose en una aventura como es la de lanzarse a lo desconocido para mejorar. Así que mi admiración por siempre y un abrazo.