No creo que haya sorprendido mucho a nadie que no tenga ADN-PSOERO lo que está saliendo a la luz con el llamado caso “Mediador”. El PSOE –y me voy a limitar a los tiempos supuestamente democráticos que comenzaron con el hoy rico Felipe González– es un partido corrupto hasta sus rojos tuétanos y eso lo puede comprobar cualquiera que haga un riguroso recorrido por las hemerotecas.

Lo del Tito Berni y sus compañeros diputeros es una muestra más de que los que dicen que vienen a la política a defender los intereses del pueblo llano, lo hacen simplemente para vivir de ella a costa, precisamente, de aquellos a los que siempre presumen defender. No sé cómo acabará esto y si con este congreso bajo control sanchista y cooperación pepera no aparecerá una nueva ley en la que acciones como las cometidas por el Tito y sus secuaces se califiquen como “filantropía sexual consentida”, porque,  al final,  a las putas no se las llevaban a casa (¡ay, ay ay!) y con el dinero que generosamente les pagaban –pero que no se curraban– mejoraban su nivel de vida. ¡Si es que son socialistas, coñe!

Y es por lo anteriormente expuesto  que pienso que lo más correcto sería  llamarlo “Casto Bernardo”, pues es un hombre fiel a la más rancia tradición sociata y todas sus acciones van en perfecta armonía con sus muy escasos principios y, además, no es de uno de los psoeros de abajo, pues pertenece a la casta que con tanta efectividad saquea los bolsillos de toda la clase media, esa que no tiene opciones para tomar el camino que ha marcado Ferrovial.