A la espera de que se confirmen, o no, las amenazas de Pedrerol al Cohete de Río tengo que decir que servidor está del lado del Vini y ha añadido otra muesca más a la imaginaria pistola que registra sus goles y sus aciertos, pues su comunicado es claro: no me acojonan y seguiremos bailando para celebrar los goles que tanta alegría provocan entres los seguidores del Real Madrid. Porque, interesadas manipulaciones aparte, sólo de eso se trata, de expresar, con gracia, la satisfacción por el gol conseguido.

Confieso también que nunca me ha gustado "El Chiringuito" –y, en general, los chiringuitos que tanto abundan es esta España esquilmada–, he intentado verlo, dos o tres veces, y jamás he podido llegar al final. Por tanto, si este ha sido el gran error del sobrado Pedrerol, también yo, pésimo bailador, intentaré dar unos rítmicos pasos para celebrar la defunción de su chiringuito. Que en paz descanse y que nos deje en paz.