No sé si existen estadísticas fiables que puedan avalar mi sospecha de que en la ya larga historia de la Champions League no estĂĄ registrado un equipo que haya tirado tanto a portería con tan bajo porcentaje de eficacia. Parecía como si, en homenaje a los sufridos ucranianos, se hubiesen adelantado las fiestas del Pilar y casi todo lo que salía de las piernas blancas fueran puros disparos de artificios…, luego, claro está, de que Rodry y el Vini, la pareja del momento, hubiesen dado en el blanco y marcado la estrecha diferencia que nos permitió llevarnos todos los puntos en juego.

No me extrañaría tampoco que alguno de los manipuladores gubernamentales empiecen a lanzar la teoría de que, a causa del calentamiento global, se han alterado las miras de los jugadores madridistas y les cuesta –y les costará cada vez más– meterla como Dios manda. Como tampoco sería una sorpresa que Albertlerdo Garzón, al ver el positivo efecto que los chiclets ejercen sobre nuestro Carletto, diga que consumir chiclets es un elogio camuflado hacia el imperialismo yankee y deben ser prohibidos.  De este gobierno de mentirosos se puede esperar cualquier cosa. Y disculpad también este desvío, pero necesitaba desahogarme un poco.

Importante también es destacar que el Madrid fue el único equipo español que logró salir triunfante en esta jornada de Champions y que lidera su grupo con una cómoda ventaja de cinco puntos sobre su más cercano rival, el derrotado anoche.

Una vez más: ¡hala Madrid!