Poca gente sabe que, paralelamente a los muy difundidos Juegos Olímpicos de Tokio, se están celebrando las Olimpiadas Davos-Bilderberg. Este último evento, como ya se imaginarán, está patrocinado por la panda del NOM: Jorgito Soros, Billy Puertas y compañía. El evento constaba de una sola prueba llamada “Sumisión y Obediencia con Resiliencia” y en ella participaron los más conspicuos gerifaltes del mundo mundial.

La prueba fue dura y hubo dos notables ausencias: la de Gagá Joe, que se equivocó de destino y terminó en una sauna de ancianos cachondos y la de Fatty Angelita, a la que validaron positivamente su sentimiento de hombría y pudo participar de igual a igual con el resto de elegidos. Desgraciadamente para ella, nada más sonar el disparo del cohete ecológico de salida, Fatty tropezó con su pierna izquierda, cayó al suelo y rodó con rapidez hasta un foso de desechos tóxicos que estaba cerca de la pista.

De modo que tras estas dos notables ausencias sólo quedaron tres favoritos: Pijón Macron, Boris Zonzo y el Doctor Pedo.  Boris, con el pelo revuelto y la mirada perdida, a poco más de quinientos metros, agotado, pidió un “brexit” y se tiró al suelo solicitando ayuda urgente. La lucha por el oro quedó entonces entre las dos “Ps” soreras: Pijón y Pedo. Pero no hubo lucha, Pedo lo tenía todo atado y bien atado: había ordenado a sus agentes marlaskianos cambiar las señales de  la ruta de la competición enviando a Macron por un camino equivocado.

El Doctor Pedo, gracias a su comportamiento habitual, ha podido colgarse otra medalla y subir a lo más alto del podio que, en esta ocasión, no estuvo decorado por Rasputin Barrancondo; ahora son los años de Bolaños.

P.D.: Texto de politica-ficción basado en hechos reales y en personajes a los que los cubanos calificarían de la misma forma que a Díaz Canel.