Como escribió en su libro de obligatoria lectura, 1984, ese hombre que también supo curarse de la peste comunista, Orwell: “Quien controla el pasado controla el futuro; quien controla el presente controla el pasado”.  Ahora, en esta vuelta al pasado que está siendo este siglo XXI en la mayor parte de Occidente, el presente son las llamadas redes sociales y su control, que ya estaba siendo muy bien recogido en esas cosas que ahora se llaman “big data” y que –se suponía- se traducía en mejores ideas y ofertas de negocios. En España, hoy, aprovechando la coyuntura de la Peste China, Frau Pedo ha decidido, con la inestimable ayuda de la empresa de la mujer del  Gorila en la Niebla Roja, o sea, Ferreras, hacerse con el control de nuestras opiniones en Facebook y WhatsApp. Para ello, además de la ayuda censora de la Pastora –y del dueño de las empresas, Zuckerberg, no lo olvidemos-, necesita de la fiel cooperación de Big Brother Marlaska, nuestro equidistante –estoy de coña– Ministro del  Interior. Así que Big Brother Fernie se va a poner su uniforme stalinista y va comenzar a chequear – ojo, Big Brother, que no lo estoy escribiendo con “k”-  para ver si cometemos “delitos de odio” con nuestros comentarios. Eso sí, los podemitas tienen bula para bulos e injurias, pueden decir lo que quieran de nuestro Rey porque eso es “libertad de expresión”; pero nosotros, no, nosotros no podremos decir nada insultante en relación al Doctor Pedo porque el bueno de Pedo es un rojo ángel custodio que está colaborando eficazmente para que muchos de nosotros nos vayamos al cielo. A favor de Pedo, todo; en contra de Pedo, nada. ¿A qué me recuerda esto? 

¡Te quiero mucho, Fernie! … Y sobra decir que también es coña.