Con enorme preocupación y pasmo he observado en mi entorno que un buen número de votantes, presumiblemente incondicionales, de VOX están pensando, o directamente ya han decidido, cambiar su opción al PP de Ayuso en las próximas elecciones a la Comunidad de Madrid. Dado su perfil de pensamiento, la deducción lógica es que el trasvase puede llegar a ser sonado, teniendo en cuenta que debe de haber otros muchos votantes de VOX de perfil menos definido que el de aquellos a los que acabo de hacer referencia y que conozco bien.

Por otro lado, el bombardeo engañoso de los medios de “derechas” ya ha comenzado a producirse por tierra, mar y aire, dejando caer que se hace imprescindible concentrar el voto en Ayuso para hacer frente a una eventual victoria de la izquierda totalitaria (perdónese el pleonasmo) a cuento del intento, de momento infructuoso, de aterrizaje de miomorfos en las citadas elecciones. Uniendo unas cosas con otras, el panorama resulta preocupante, y parece imprescindible que todos, en la medida de nuestras posibilidades, hagamos frente a la engañifa como mejor sepamos.

Se pueden presentar argumentos más o menos discutibles, alguno directamente indiscutible, para explicar que lo que afirman algunos es cuando menos un error de concepto, o ya directamente una falacia. Hay tres aspectos distintos a considerar en todo este asunto.

En primer lugar, es falso que la concentración del voto, por razón de la ley D’Hondt, tenga una incidencia significativa –si es que tiene alguna– en los resultados, por lo que el argumento del voto útil es una falacia. Sólo si un partido obtiene unos resultados por debajo del 5%, que es el mínimo para empezar a optar a los escaños, se produciría una pérdida de votos por inútiles. Esto es, precisamente, lo que presumiblemente ha movido al del moño a plantear la delirante propuesta que ha presentado a Errejón, que, de lo avispado y bravo que es, puede incluso que sea capaz de aceptarla, aunque de momento parece que le ha mandado a esparragar. Obviamente, este no es el caso de VOX, que obtuvo un 8,8% en las anteriores elecciones y que tiene hoy una trayectoria ascendente. Por lo tanto, el riesgo de no alcanzar el 5% no existe, a menos que, precisamente, el desembarco en el PP de votantes anteriores de VOX creciera de tal forma que este partido quedara por debajo de ese 5%, con lo que la ocurrencia resultaría en algo parecido a hacer un pan como unas tortas.

Para ilustrar la no incidencia de la ley D’Hondt en Madrid por ser circunscripción única, recordemos que el número de votos de Podemos en 2015 fue de 587.949 (18.59%), obteniendo 27 escaños; mientras que la suma del número de votos de Podemos+Más Madrid en 2019 aumentó a 650.584 (20,21%), obteniendo, sin embargo, exactamente la misma cantidad de escaños entre ambos: 27 (7 Podemos y 20 Más Madrid).

En segundo lugar, parece que la razón principal que encuentran estos votantes habituales de VOX para plantearse modificar su voto es la opinión positiva que tienen de Ayuso por su indiscutible actitud independiente a la hora de gestionar todos los asuntos derivados de la pandemia, que le ha llevado a enfrentarse, no sin valentía, a la izquierda, a muchos de los barones autonómicos (incluidos algunos de su propio partido) y a los medios de comunicación en general. La confusión, sin embargo, reside en atribuir ese carácter de valentía al hecho del enfrentamiento, cuando en realidad la bravura reside en el hecho de que sus acertadas posiciones  en este asunto se han producido SIN el menor respaldo explícito de su partido, esto es, del inefable Casado y su lanzador de huesos de aceituna.  O sea, no son tanto los hechos en sí como la soledad en la que se producen lo que es de valorar.

En nuestro país, tan castigado por el relativismo, el engaño y la mentira, características estas ya definitivamente instaladas con carácter de permanencia naturalizada, parece que cumplir con tus obligaciones y ser rectilíneo y coherente resulta deslumbrante y te convierte en poco menos que  Agustina de Aragón. Otro ejemplo reciente de esta disfunción cognitiva es el de  Toni Cantó, un tipo que, simplemente por comportarse con decoro y respetabilidad, y debido al contraste cegador de la impresentable Arrimadas y su panda de traidores, ha visto hipertrofiado lo que a fin de cuentas no es más que un comportamiento decente, siendo el protagonista elevado a las alturas celestiales con un entusiasmo embriagador. Nadie niega a Ayuso sus aciertos, pero sí su valentía por, simplemente, hacer lo que es su obligación. Repito: su valor auténtico, en todo caso, está en haberlo hecho frente a su partido. Ahora, naturalmente, un viscoso calculador posibilista como Casado no encontrará inconveniente es subirse al carro de Ayuso si huele a victoria, puesto que ello le servirá como instrumento para redimirse de los batacazos sufridos en Cataluña después de sus traiciones y su giro a la izquierda, y después de aquella escandalosa intervención contra Abascal en la sesión parlamentaria de la moción de censura pasada. Pero, no se olvide, el jefe de Ayuso es Casado, y su partido, el PP. Ya los conocemos.

En tercer lugar, además de ubicar en su justo lugar lo que de positivo sin duda tiene Ayuso, para el votante de VOX con intenciones de cambiar su voto, es imprescindible llamar la atención sobre aquellas posturas que, igual que las que podamos considerar como positivas, también definen a la Presidenta Ayuso. La mejor manera seguramente sea traer aquí algunas de sus intervenciones a lo largo de estos meses. Hay más, pero creo que estas pueden resultar suficientemente convincentes. Lamentablemente, puede ser que, aun así, todos estos años de traiciones del aznarismo azañista, del rajoyismo cobarde y del casadismo indigno no sea caldo suficiente. Allá cada cual, claro. Que cada palo aguante su vela.

Declaraciones de Díaz Ayuso dirigidas a VOX: 

Respecto a las agresiones de Menas en los centros de acogida: “Lo importante es (...), aunque no les guste, señorías de Vox, la situación de estos MENAS, que son, ante todo, no sé dónde queda su moral, también, cristiana, ¿eh?, menores. Son menores, es infancia. Porque ustedes me preguntan que qué opino de las conductas incívicas según el origen de quienes las cometen. Eso quiere decir que, dependiendo de dónde proceda cada uno, esa conducta incívica es más o menos aceptable. ¿Qué pasa, que si es españolazo, si es de los nuestros, la conducta incívica está bien vista? Pues qué quiere que le diga, para mí,  todas las conductas incívicas son condenables. Déjenme que les diga, señorías de VOX, que hacerme esa pregunta y poner en tela de juicio si pesa más o menos un acto incívico según el origen de la persona que lo comete, tiene otro nombre". 

Sobre ideología de género: “¿Se cree usted que esto es lo que toca ahora mismo? ¿No van por la calle y ven la cantidad de negocios que cierran?, ¿está todo tan bien? Vox no tiene generosidad. Estos debates solo dividen. Hacen feliz a Pedro Sánchez. Son ustedes una máquina de hacer ruido para ganar rédito político”.

Pregunta de VOX sobre si derogará las leyes LGTBI y Trans: "¿De verdad está todo tan bien para estar una y otra vez con la misma farándula constantemente? Es que incluso cuando llevan razón lo estropean porque lo instrumentalizan todo, lo dividen todo. Lo hacen además de manera antipática, aunque esté de acuerdo a veces en el fondo. Hacen muchísimo daño a las causas porque las extreman y dividen de esta manera. Son una máquina de hacer ruido para ganar rédito político".

En el mismo debate: "¿De verdad que toca esto ahora mismo cuando les están apedreando en el País Vasco o han intentado retirar su campaña y su publicidad electoral?. Yo lo que creo es que embrutecen estos debates y hacen que la gente se sienta amenazada, con un afán de dividir e intentando que en todos los debates estén todos y Vox... todos y Vox". 

Sobre el pin parental: "Aquí no hay adoctrinamiento en las aulas por más que HazteOir les esté haciendo el trabajito por las redes sociales".

Sobre adoctrinamiento en las aulas: "En la Comunidad no hay adoctrinamiento en las aulas y los profesores no se levantan pensando cómo van a adoctrinar a los alumnos, y no se están dando a los alumnos talleres que los padres no quieren. En la Autonomía no se ha presentado ni una sola denuncia formal por esta cuestión. Si en una misma clase hay un padre de Vox y una madre de Podemos y están en contra de que al alumno le hablen de Lorca lo único que hacemos es emponzoñar la convivencia en las aulas y romper el vinculo directo y necesario que tiene que existir entre el profesor y el alumno”.

Sobre el estilo de VOX: “La verdad mal dicha deja de ser verdad”.

En definitiva, parece que, desde la perspectiva ideológica que representa VOX, con una señora como esta, apadrinada por un señor como Casado, lo último que necesita nuestra Comunidad es una mayoría absoluta del PP.