Antes del partido contra los fue una vez fueron de Maradona, hubiese firmado, satisfecho, ese tres a uno; al final del partido me he sentido tan estafado como si hubiese firmado una hipoteca con “cláusula suelo”, y esos tres golazos me han parecido una cifra muy corta, pues lo justo, si el punto de mira de nuestros delanteros –a los que animaba, desde el palco VIP, el grandísimo Rafa Nadal- hubiese estado correctamente ajustado, habrían sido seis o siete. Algunas de la
s razones del éxito han sido que el Tacticien Zinedán prescindió de inventos, salió con el once titular –con la excepción de Bale, en la enfermería todavía- y se las arregló –no me pregunten cómo- para poner a circular a la temperatura adecuada la sangre de Benzema, lo cual permitió que viéramos anoche una versión bastante buena –aunque fallona, nobody is perfect- del francés, a la que añadió la orden de presionar arriba mientras hubiese gasolina.
Pero el fútbol –todos lo sabemos- en un deporte impredecible y, a pesar de que disfrutamos de una oportunidad clarísima a los veintidós segundos de comenzar el partido gracias a un primer detalle de la pareja Cris-Karim, el primer gol llegó del lado italiano, provocado por un tremendo despiste de Keylor Navas que parece que estaba entretenido y confiado con el poderoso ataque de los suyos durante los primeros cinco minutos: el veloz Insigne se escapó de Carvajal y Ramos tras un muy buen pase de Hamsik y disparó desde lejos dejando al tico, por un momento, con cara de Casillas. Costó unos minutos reponerse del varapalo, pero el muy buen Madrid de ayer volvió a tomar el control del partido y, diez minutos después lograba el empate tras un buen remate de cabeza de 
Benzema, a pase de Carvajal, ante el que Reina poco pudo hacer. Las oportunidades para tomar ventaja siguieron llegando, pero los nuestros siguieron fallando en el momento de la verdad, los más notables uno de Cristiano a las nubes y otro de Benzema al palo. ¿Les estaría Reina contando algún chiste?
En la segunda parte, las cosas empezaron bien y pronto a pintar de blanco: muy buena jugada de Ronaldo dentro del área que ve a Kroos muy bien colocado y le pone un balón perfectamente ajustado –que inteligentemente dejó pasar James- que el alemán enchufa con precisión al palo izquierdo de la portería defendida por el que una vez fue uno de los grandes animadores de la llamada Roja: dos a uno y parecía que podría ser el comienzo de una goleada.... que no llegó. El tercero, el que cerró las cuentas, es de esos que no se olvidan: una volea -¡que coño volea, voleonzón!- de uno de los mejores jugadores del partido, Casemiro, tras un rechace de la defensa napolitana provocado por un intento de penetración de la dupla Benzema-James. Más tarde, un feliz C
asemiro, ante los micrófonos quiso decirnos que eso era una jugada ensayada. Ni harto de ron me lo creo; esa es una genialidad que se decide en milésimas de segundos y para la que se necesita una muy buena técnica de golpeo.
El resultado no es definitivo, pero sí muy esperanzador: el 4-3-3 clásico funcionó bastante bien, y espero que en el partido de vuelta podamos contar con Bale y que Zinedán deje descansar al Almirante Ramos (Pepe con pelo dejó buenas sensaciones en los minutos que estuvo en el campo) y busque la mayor seguridad que nos proporciona Nacho en la banda izquierda…, aunque creo que no lo hará, porque mandan los que mandan. Pero no adelantemos acontecimientos y quedémonos ahora con la enorme satisfacción del firme paso que hemos dado camino a los cuartos.
El héroe indomable, el líder caballero, el alcalde salvador de intromisiones en su reducto municipal ("Aquí mando yo y no el Madrid") , el líder de todos los alcaldes de España como presidente de la FEMP, sigue en su escalada al Olimpo.
Y el Celtiña perdido. Y el Madrid impasible. Y el tejadillo del estadio municipal reparado en dos días, como le dijo FP.
Éste va para líder. Que tiemble Schz.
Visto el resumen que la canallesca antideportiva ofrece, concuerdo con el blogger, el zapatazo del gol de Casemiro no puede ensayarse en los entrenamientos, pues los rechaces sólo se entrenan en posicionamiento, y resulta imposible repetir una jugada así. Aún reconociendo que si la pega un poco peor la saca del estadio, ese gol es de los que se marcan pegándola con todo el alma, y Casemiro tiene alma de madridista.
¿Alguien echó de menos al filigranas? ¿No produce sonrojo su comparación con James? Personalmente no tengo claro que Zineduco por fin se de cuenta del lastre que supone Isco para el equipo, al contrario, por desgracia volverá espoleado por la canallesca.
Yo creo que el partido de vuelta tendrá miga. Si aguantamos los arreones italianos del comienzo tenemos pasada la eliminatoria, y si ellos marcan pronto estará muy abierta. Tenemos un problema que no padecíamos, nuestros delanteros fallan mucho, nos cuesta marcar, y esto en champiñón se paga caro, pero calidad tenemos para dar y tomar. Y cuento con que ese partido sea tomado en serio por los Zineduco-boys.
Y leyendovla canallesca en lo concerniente a la encerrona que prepara el Nápoles en la vuelta me pregunto si conocerán de verdad el ADN madridista. Si los nuestros se acojonaran por un ambiente hostil no serían el RM.
P.D. Hoy comienza la Copa baloncestística, recomiendo seguir a los de Laso en esta preciosa competición, y ojalá puedan traerse para Madrid el preciado trofeo por cuarta vez consecutiva, marcando un hito en la historia del baloncesto nacional. In Laso we trust.
Al final del partido de ayer me pasó como el martes con el PSG-Farsantes y es que me quedé con un saborcillo agridulce de no haber podido lograr algún gol más, porque por ocasiones no quedó y espereo y deseo que no lo paguemos al final, aunque me parece que si salen con la actidud que tuvieron ayer, el partido en Napoles creo que no va a ser tan difícil, pues ellos tendrán que arriesgar y a la contra les podemos levantar el partido también en tierras italianas. Ahora a concentrarse en los dos próximos partidos el del fin de semana contra el Español y sobre todo en del miércoles contra Valencia, pues serviría para distanciar y desmoralizar a los farsantes.
Para mí, lo más notable del partido de ayer fue comprobar cómo este equipo, de forma recurrente, salta al campo a dejarse la camiseta sólo cuando le parece oportuno, coincidiendo con los partidos de mayor importancia de liga y los de eliminatorias de CHL. Esto, en concreto, lo podemos individualizar en Benzemá, que es un jugador que representa lo más intolerable de esta actitud caprichosamente selectiva. Por qué está instaurado en este club este comportamiento en jugadores profesionales de élite es algo que se me escapa. No es que pretendamos que en todos los partidos se ponga la misma intensidad que una final, pero ver al habitual zombie francés ayer, metiéndose por todos lados, interviniendo en cada ataque, presionando (a su manera, pero presionando) como nunca, activo durante dos tercios de partido..., todos esto resulta muy cabreante después de soportar su deambular durante meses. Si el Madrid en general, y Benzemá en particular, imprimieran la misma intensidad o parecida de forma habitual, hoy estaríamos a 15 o 20 puntos del segundo en liga, y en los últimos ocho años nos habríamos llevado seis en vez de una.
Visto lo visto, yo a algunos los sentaría en liga cada vez que se den un partido comodón, de manera que jugarían con intensidad siempre o a su aire intermitentemente. Luego, en CHL, los alinearía con la convicción de que van a salir con intensidad.
Por cierto, ayer ZZ nos sorprendió con James. Este es otro asunto que se me escapa. La única explicación que le veo es que ZZ haya visto un cambio de actitud muy determinante en el jugador, porque no parece muy normal verle pasar de ser el cuarto recambio de Bale (Isco, Lucas y Asensio por delante) a jugar de titular en un partido de la máxima importancia. Creo que esto tiene dos lecturas, una buena y otra mala. La buena, que sería señal de que ZZ no se anda con prejuicios ni rencores; la mala, que ZZ sería bastante lento -cinco meses- en su función de integrar y convencer, de ser este el caso, a un jugador cuyo nivel es top y que, en condiciones normales, debería ser titular indiscutible. A este respecto, no me sorprendería que en la siguiente ocasión lo vuelva a mandar al infierno, dado el carácter un poco errático del francés. Veremos.
¡Sí, señor, un paso muy importante!
Quería añadir que James estuvo bastante bien y también Modric, aunque regaló un par de balones peligrosos. En general: notable.